Cada barrio de Buenos Aires tiene su propia personalidad.
En San Telmo, las calles empedradas y los anticuarios cuentan historias del pasado.
La Boca te recibe con su explosión de colores, arte callejero y tango en cada esquina.
Recoleta es elegancia, historia y arquitectura europea.
Palermo, con sus parques y cafés, es ideal para caminar y perder la noción del tiempo.
Y si querés ver la ciudad desde otra perspectiva, subí a una terraza o mirador al atardecer: la vista te va a enamorar.
Tip: mezclate con los locales, entrá a los mercados, probá algo nuevo y dejate sorprender.
